Publicado el 28 de febrero del 2023
Kelly Melissa Cruz Benítez - Colaboradora Jurídica
La Propiedad Intelectual es la disciplina normativa por medio de la cual se protegen las creaciones intelectuales provenientes de un esfuerzo, trabajo o destreza humanas.
Se compone, en principio, de los derechos de autor y derechos conexos (la interpretación, grabaciones originales y la radiodifusión de las obras). Por otra parte, se menciona la propiedad industrial que incluye las patentes, modelos de utilidad, diseños industriales, marcas, nombres comerciales, emblemas, expresiones o señales de publicidad comercial, secreto industrial o comercial, indicaciones geográficas y denominaciones de origen. La diferencia entre estos derechos se basa en temas sustanciales: las patentes protegen las invenciones, los derechos de autor protegen las obras literarias y artísticas, las marcas protegen determinados signos distintivos, los derechos de diseño industrial protegen la apariencia formal de los productos y los modelos de utilidad protegen invenciones técnicas que resuelven problemas técnicos.
La mayoría de los Derechos de Propiedad Intelectual (DPI) son derechos registrados; para invocar el derecho se necesitan algunas formalidades, en particular, que el registro se realice ante la autoridad competente. Dicho registro tiene una vigencia de 10 años a partir de la fecha de su inscripción, salvo el registro de una patente, cuya vigencia se amplía a 20 años.
Las marcas son signos que distinguen los productos o servicios de una empresa de los de otras empresas. A menudo, las marcas consisten en letras, palabras o nombres. Sin embargo, frases, logos, imágenes, diseños, jingles, colores o aromas, incluso pueden servir como marcas. Esto permite a sus titulares impedir que otros utilicen signos idénticos o similares para identificar productos o servicios idénticos o similares a los de la marca que ha sido registrada, en caso de existir un riesgo de confusión sobre el origen comercial de estos. Las marcas son el único derecho de propiedad intelectual que no tiene limitación en el tiempo; éstos, al ser derechos con contenido patrimonial, pueden heredarse, por tanto, el registro de las marcas es renovable indefinidamente. Mientras que el derecho exclusivo sobre un nombre comercial termina con la extinción de la empresa o del establecimiento que la usa.
Desde una perspectiva económica, la protección de la marca crea incentivos para que su titular invierta en la calidad de los productos con marca registrada. Entre otras ventajas se encuentran:
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